Comentario sobre: "La historia de las cosas"
(Alba Portabales Rojas)
En este vídeo se nos habla de la historia de las cosas, de cómo mediante los procesos de extracción, producción, distribución, consumo y disposición, llegan a nosotros/as. Pero a pesar de lo que creemos, este sistema es un sistema en crisis, ya que es un proceso lineal y nos encontramos en un planeta finito.
Por una parte, nos habla de la importancia de las personas, ya que son necesarias en cada una de las fases, y sobre todo hace hincapié en aquellas que son más escuchadas, como el gobierno, cuya labor es cuidar a los/as ciudadanos/as; las empresas, etc. Nos habla también de la destrucción de los recursos naturales que llevamos consumiendo durante años (bosques, agua, animales, etc.), el uso de químicos tóxicos que empleamos con estos recursos en la fase de producción que penetran en nuestro organismo (desde la leche materna hasta una almohada), los precios bajos en los mercados mediante los recortes a los/as empleados/as, etc. Todo esto desencadena en productos que terminan siendo basura, ya que tan solo el 1% dura más de 6 meses.
Habla también de las dos principales estrategias que favorecen esta situación: la obsolescencia programada (algo se diseña para ser desechado) y la obsolescencia percibida (convencernos para tirar cosas que aún son útiles) y de cómo esta forma de vida consumista influye en nuestro estado de ánimo, en nuestra felicidad.
Por último, nos habla de los residuos, de cómo su producción con los químicos tóxicos y su quema al ser basura provocan la contaminación al ser emitidos al aire.
Por lo tanto, y de acuerdo con la chica que habla, creo que lo realmente importante, a parte de reciclar, es darnos cuenta de la situación en la que vivimos; del daño que estamos haciendo al planeta y a nosotros mismos y luchar por una mejora de estas situaciones: defender los bosques, producir de forma limpia, comercio justo, etc., además de empezar a pensar de forma sustentable y equitativa.
(Iria Junco Otero)
En el documental “La historia de las cosas” se observa el tema de la economía de materiales y se realiza una crítica del sistema consumista, visibilizando problemas sociales y del medio ambiente completamente interrelacionados.
Llama la atención como en un cortometraje, se puede ver la realidad de cómo toda la humanidad tiene un apego desmedido por el consumismo. En un sistema lineal donde se sacan los recursos, se procesan, se gastan, se desechan, regresando a la naturaleza para contaminarla. En especial, en algunas partes del planeta tiene un mayor impacto.
Vemos como el consumismo forma parte de una moda, de lo que nos hacen creer que necesitamos, y cómo esa necesidad luego se ve obsoleta, todo esto nos hace formar parte de la sociedad. Incitándonos a comprar y a consumir cada vez más y con más frecuencia.
Aunque estas actuaciones están muy habituadas en nuestro día a día, son acciones que debemos ir modificando. Gracias a cortometrajes como estos, es una oportunidad para empezar una nueva vida con hábitos que creen una sociedad que fomente una conciencia crítica, creando un mundo sostenible y justo.
(Sara Franco García)
Y la historia del consumismo tiene fundamentación y origen en el momento que el hombre se da cuenta que puede evitar la mano de obra, o bien, el esfuerzo muscular para producir, entonces crea y utiliza maquinarias para ello; me refiero a la Primera Revolución Industrial.
Dado este acontecimiento, se comienza a abrir una nueva puerta que nos lleva a una ambición monetarista y explotadora. Precisamente, somos tan ingenuos que creemos que los recursos naturales son infinitos y nos alejamos de una visión sustentable del medio ambiente que nos alberga. Es entonces cuando organizaciones concientizadoras nos hablan de ecología.
El video nos muestra una cadena lineal del proceso histórico y cronológico de la producción de objetos que consumimos aparentemente sin problema alguno. El video es partidista del ecologismo y, en efecto, pretende mostrarnos un poco lo que implica ser un consumidor/a, dadas las fases de la cadena lineal y sus corruptas y contaminantes escalas. Por lo tanto, sugiere valorar todo lo que poseemos (ropa, teléfonos, ordenadores, lápices, electrodomésticos...) y alejarnos del consumismo; además de hacernos sujetos de responsabilidad moral hacia nuestro medio ambiente.
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